domingo, 13 de mayo de 2012


Linares Cardozo, ese maestro entrerriano que se dedicó a rescatar la cultura del pago en la música, la pintura, las letras y el canto. Impecable ejecutante de la guitarra, coplero y gran silbador, interpretó piezas entrañables y terruñeras del folklore y la música del Litoral. Desde su infancia todo fue música, desde el alumbramiento puro y pristino de las canciones de cuna maternales hasta el montaraz contrapunto de pájaros zahareños. 

Linares Cardozo además de la chamarrita logró rescatar del olvido el tanguito Monteliero, la chacarera estirada y la milonga. De su guitarra brotaron chamamé, chamarritas, coplas, tanguitos montieleros, vals, polkas, huellas, cielitos, todo tipo de piezas del género musical folklórico, y fue protagonista ilustre del nacimiento de numerosos festivales folklóricos que aún hoy perduran.

Profesor e investigador realizó una notable obra de preservación del folklore entrerriano, además de aportar sus propias obras al cancionero folklórico de las que hablaremos en otro posteo para explayarnos ampliamente.
Linares creció junto a la Chamarrita en su pago natal, La Paz, en la provincia de Entre Ríos, sobre la costa del Paraná, y la vio en todo el norte entrerriano, Corrientes y Misiones. La recordaba bailada en fiestas familiares e interpretadas en los fogones por los troperos y carreros.
(El Litoral comprende las provincias de Misiones, Chaco, Formosa, Corrientes y Entre Ríos y parte de Santa Fé, pero estos ritmos llegan a encontrarse en la zona limítrofe con Paraguay, el Sur de Brasil y Uruguay)
 
" He conocido las sendas y caminos por donde anduvo el Supremo y tanto gaucho Calandria que inmortalizara don Martiniano Leguizamón. Por esas huellas de tropas y ariscas picadas quedaron prendidas en la emoción de pueblo, como clavel del aire hermoseando sus montes, ingenuas chamarras y compuestos. En ese tesoro vernacular se inspira mi canto. Se lo devuelvo con cariño a mi pueblo como un homenaje a mi tierra de fe que trabaja y sueña. Esta es mi gloriosa tierra de héroes, de hermosas mujeres, de arroyos, ríos y pájaros, acogedora y esperanzada, despertó para siempre en el entrerriano una franca sonrisa, forjadora de su proverbial optimismo y de ese sentimiento desbordante de amor y poesía".

Linares Cardozo